domingo, 1 de noviembre de 2009

Dos ángeles

Con memorando el día de los muertos o "todos los santos" como se conoce también, he recordado a los míos, que yacen muy lejos, además de recordar los deliciosos dulces y manjares que se preparan en Ayacucho, como las ricas "Wawas" (Palabra quechua que significa niño y es un biscocho en forma de niño), y de añorar las demás celebraciones tradicionales y costumbres familiares. Pero extrañamente, mi pensamiento viajó por esos lugares de mi infancia y tuvo un recuerdo, que más es una añoranza o una nostalgia, pensé en dos almas que nunca conocí, dos ángeles que fueron muy allegados a mí, que yacen tal vez por los fríos campos no olvidados de Huamanga. ¿Porque no nace un niño? o ¿Porqué vive tan poco tiempo?, tal vez es muy duro sentir o preguntarse esto, dicen por ahí "la naturaleza es sabia" y tal vez sólo los que podemos vivir o sobrevivir a una vida, tenemos la fuerza de nacer y seguir con vida. Pero de algún modo aunque no se hayan conocido para amar a estas personitas, su efímera existencia deja con amargura un retazo de amor y calidez que uno carga el resto de su vida, en el corazón, el la ilusión, en las memorias. Sé que se abriga la paz y la aceptación el sentir que son como unos ángeles de la guarda y que están mejor en la otra vida, si existe, o donde el resto de su existencia descansa en paz y que la oración ayuda para cualquier religión o sin religión el pedir por la tranquilidad.
Algo se aprende de esta vivencia y es el saber lo valioso que es la vida, saborear su delicadeza y pensar en sus intenciones contigo, si te hace tropezar con alguien en el camino es para regalarte algo, aprendes a aceptarla con sus apagones.

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